El rubor excesivo y frecuente puede convertirse en un malestar condicionante en todos los ámbitos de la vida del sujeto, tanto en su entorno como en sus relaciones laborales y sociales. Es común creer que ese fenómeno se da por factores emotivos o por timidez, mientras que en realidad se trata de una reacción fisiológica que ocasiona aumento de afluencia sanguínea hacia los capilares de la cara.

Tras el fenómeno de ruborizarse de forma excesiva y frecuente, hay una leve alteración de la estructura del nervio simpático, en particular del 2º ganglio, que provoca un aumento de la capacidad conductiva del tejido nervioso.

NUEVAS TERAPIAS PARA LA ERITROFOBIA

Hay varias soluciones que se pueden adaptar a cada caso, después de una atenta evaluación médica: la psicoterapia, la terapia farmacológica, la cirugía.

La intervención quirúrgica está considerada, por las actuales líneas directrices internacionales, como la terapia más eficaz y correcta para la eritrofobia. En efecto se trata del clampaje selectivo del tronco simpático en toracoscopia vídeo-asistida.

La técnica conlleva una ligera compresión del nervio simpático infra-torácico a través de la aplicación de clips de titanio. La actualización de las técnicas quirúrgicas hace que esta intervención sea mínimamente invasiva, segura, reversible y con notable porcentaje de éxito (superior al 96%).